Fnatic, el buque insignia de los equipos de Europa, ganador de hasta seis títulos de LCS, reconquistó el trofeo que les acredita como campeones del Spring Split. Tras un período de dos años en el que G2 dominó de manera implacable el viejo continente, Fnatic logró hacerse con la victoria y devolver la ilusión a sus fans. Pero ¿Cuales son las claves de su reconquista?
Antes de comenzar
con el análisis de la final de Copenhage, veo necesario hacer algo
de retrospectiva para comprender lo importante que era para Fnatic
volver a levantar el trofeo de la LCS. Como la gran mayoría ya
sabréis, Fnatic es el club que históricamente ha concentrado a gran
parte de los aficionados europeos del League of Legends competitivo y
no es sin motivo, siendo la organización con más títulos del
continente, teniendo a algunos de los mejores y más carismáticos
jugadores y en definitiva, siendo el referente de la región. Este
equipo ha logrado numerosas hazañas entre las que podríamos
destacar el Campeonato Mundial de League of Legends de la Season 1, o
aún más reciente, el sorprendente papel de la escuadra de 2015.
Sin embargo, no todo
son rosas en la historia de Fnatic y es tras la salida de la dupla coreana de Huni y Reignover y el entrenador Deilor, en el año 2015,
cuando comienza la época oscura de la organización. Los cambios en
el roster del equipo fueron múltiples desde entonces, pero ninguno
logró emular a aquel magnífico plantel que no tenía rival en
Europa, al menos hasta la actualidad. Además, la llegada de G2 a la
máxima competición de League of Legends europea, equipo recién
ascendido de la Challenger Series, eclipsaría a todo aspirante que
se interpusiera en su afán por ganar la competición durante cuatro
splits consecutivos.
No fue hasta 2017
cuando Fnatic comenzó allanar el camino para volver a lo más alto,
con las incorporaciones de Caps, Soaz y posteriormente Broxah. Este
tampoco sería un año destacable para Fnatic, pero las sensaciones
mejoraron considerablemente, clasificándose como primeros en la fase
regular del Summer Split del mismo año y marcando una fase de grupos
de infarto en el Mundial.
Finalmente, con
incorporaciones como Hylissang en la posición de support y YoungBuck
como Team Director para afrontar la temporada de 2018, la cual nos ha
dejado grandes cambios en los equipos de la LCS, Fnatic lograría
conformar un equipo fuerte y recuperar el título que tanto anhelaba
la organización.
LA FINAL SOÑADA
ENTRE FNATIC Y G2
El enfrentamiento
entre las dos entidades más relevantes en la historia de la LCS
Europea, por primera vez frente a frente en una final, fue uno de los
acontecimientos que mayor expectación han levantado. Sin embargo,
lejos de la igualada final que la gran mayoría se esperaba, la
superioridad de Fnatic se hizo latente sobre G2 desde la primera
partida, firmando un contundente resultado de 3 – 0 a su favor.
PRIMERA PARTIDA
En la primera
partida G2 tuvo un total dominio del early, con una setup con ultimates globales como la de Tahm Kench o Ryze que se materializó en un buen
control del mapa. Las acciones propuestas por Fnatic eran respondidas
con velocidad por su rival, forzando demasiado y subestimando esa
capacidad para contraatacar.
La partida estaba
bastante decantada para G2, pero su mala preparación del nashor y la
superioridad de Fnatic en peleas grupales acabaría decantando la
partida del lado del equipo naranja.
SEGUNDA PARTIDA
En la segunda
partida, G2 también se puso por delante, haciéndose un nashor muy
temprano, a minuto 20. Aún así Fnatic logró aguantar y Caps y
Rekkles llevaban una clara ventaja sobre Perkz y Hjarnan. Así fue,
que en el siguiente nashor el tirador de Fnatic acabaría llevándose
una pentakill y G2, habiendo perdido toda la ventaja que habían
logrado, sucumbiría ante su rival.
TERCERA PARTIDA
La última partida
de la serie fue, sin lugar a duda, la más holgada. A diferencia de
los anteriores enfrentamientos, Fnatic se puso por delante desde un
principio y no perdió la ventaja. Caps, muy por delante de Perkz,
supuso un completo quebradero de cabeza al splitpush para G2. Lo que
finalmente acabó condenando a la escuadra de Ocelote fue su mala
toma de decisiones, forzando un nashor mientras Ryze destruía la
botlane y sin ni siquiera poder llevárselo.
REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO DE FORMA DE FNATIC, LA VICTORIA SOBRE G2 Y SU VISIÓN DE CARA AL FUTURO.
EL MVP DE LA
TEMPORADA
Rekkles ha
consolidado este split como uno de los mejores de su carrera,
demostrando ser el jugador más importante de Occidente y siendo la
completa estrella de su equipo. Su rendimiento, tanto en la fase
regular como en los playoffs, ha sido sensacional y crucial para el
devenir de Fnatic. Así lo demuestran sus escandalosas cifras como
89 de KDA con Tristana, su campeón predilecto.
El midlaner danés
ha sido otro de los jugadores clave del split, su aportación al
equipo ha sido muy importante. Ha demostrado estar a un nivel
mecánico superior al de cualquier midlaner de Europa, generando una
gran presión en linea cuando tiene un matchup favorable. En la final
se mostró mucho más contundente que Perkz y realmente lo “acabó
destrozando como si fuera un torneo internacional” tal y como el
auguraba.
Bwipo era una de las
incógnitas de esta final, se desconocía si realmente iba a estar al
nivel en un escenario como la final, con la presión que ello supone
y con la inexperiencia y poco rodaje que tiene en la competición.
Sin embargo, a pesar de haber cometido ciertos fallos, hizo una buena
labor conteniendo a Wunder en la toplane y su aportación en las
peleas grupales fue sensacional. Quien sabe si a partir de ahora,
Bwipo disputará más partidas con el equipo.
G2 DECEPCIONANTE EN
LA FINAL
Hay que reconocer
que para haber hecho una reconstrucción del roster casi completa, G2
ha tenido un buen papel en los últimos compases de la temporada.
Pasar a la final es un logro más que notable, pero llegados a este
punto, el nivel del equipo en las tres partidas decepcionó bastante,
especialmente para un equipo que nunca había saboreado la derrota en
la LCS. Perkz se vio totalmente superado por Caps, sobre todo en las
dos últimas partidas. Wunder fue bastante denegado en los drafts,
pero incluso con Gangplank en la segunda partida, uno de sus mejores
campeones, tuvo un desempeño muy por debajo del nivel al que nos
tiene acostumbrados. Hjarnan tuvo una buena actuación, pero también
algún error que castigó a su equipo.
En Europa Fnatic ha
demostrado no tener rival. A nivel individual tiene la mejor escuadra
con jugadores totalmente desequilibrantes como Rekkles o Caps. Pero
la mejoría de Fnatic desde el año pasado no se basa unicamente en
las individualidades, sino en la sinergia del equipo y su clara
mejora en macroestrategia, especialmente en mid y late game. Además,
este equipo se ha convertido en un completo especialista en
teamfights, con Rekkles propinando cantidades ingentes de daño, Caps
totalmente complementado con el y el resto del equipo apoyándolos en
todo lo necesario, bien sea ejerciendo de frontlane, zoneando a sus
rivales o realizando engages.
Aún por
determinarse el campeón de la LPL, Team Liquid será uno de sus
rivales de Fnatic en el MSI y Kingzone DragonX también. El equipo de NorteAmérica también ha dejado buenas sensaciones, propinándole un 3 –
0 a 100 Thieves en la final de la LCS, con victorias muy rápidas. A
pesar de ello, el campeón americano no debería de poder emular este
tipo de partidas contra un equipo como Fnatic, cuya virtud es
aguantar y ganar tiempo para llegar a esas teamfighs en late en las
que casi siempre son muy superiores a su rival. Además la calidad
individual de la escuadra de Fnatic es superior, sobre el papel, que
la de los jugadores de Team Liquid.
En lo que se refiere
al hipotético enfrentamiento entre Kingzone DragonX y Fnatic, los
coreanos deberían de ser superiores. Una de las particularidades del
equipo coreano es su impecable early game y su capacidad para cerrar
las partidas. Además, sus jugadores son individualmente de los
mejores en cada rol. No obstante, Fnatic tiene algunas bazas a las
que agarrarse para lograr ganar a este equipo. El talento de Soaz
para administrar los recursos en matchups desfavorables, siendo Khan
un toplaner acostumbrado a jugar con ventaja y cediéndole recursos,
es un factor a tener en cuenta. También, la capacidad de Fnatic para
resistir durante los primeros compases de las partidas y lograr
escalar puede ser una de las claves para enfrentarse a un equipo como
este. Por último, pero no menos importante, tenemos “la de
Fnatic”, ese invade, jugada o cheeseo tan típico de este equipo
que en más de una ocasión les ha servido para llevarse algún
objetivo importante, recuperar la ventaja o incluso ganar la partida.
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